domingo, 17 de julio de 2016

El niño de ayer

En la búsqueda de un poco
De paz en mi interior,
Me encontré con el niño que fui,
Con el niño que todavía vive en mí.

Ese niño que no perdió la alegría
Ese niño que se encuentra ahí latente
El niño que está a flor de piel
En cada travesura,
En casa sonrisa.
Ese niño que vive
 Constantemente en aventuras.
El niño que fui sigue en mí.

Aquel niño que empezó a escribir,
 Una historia diferente desde la infancia.
El niño que le encanta vivir
Y jugar al juego de la vida.

Cuando me perdí en el laberinto de la vida,
Me reencontré con el pasado
De aquella niñez
En el campo, de aquellos veranos interminables
De esas noches donde el manto de estrellas brillaban
Sobre de mí o de esos amaneceres
con el cantar de los pájaros.

Mirando al cielo
Me doy con que es el mismo del ayer
Donde las ocurrencias brillan a cada segundo.

Ese niño que fui,
Ese niño,
 Que aún vive dentro de mí,
Me hace ver que solo he cambiado
La forma de ver.

Que hoy estoy diferente
Que al paso de la vida fui creciendo,
Fui caminando.
Recordándome quien soy
Y a donde voy.

Como aquel barrilete,
Que con nuestro propio impulso
 Vuela en lo alto
Y por más vientos que vengan,
Por más tardes grises
 En la que me encuentre,
Siempre quien tiene el control
 De aquel barrilete
 Soy yo.

Muchas veces dejarse caer para luego volver
A tomar vuelo y seguir adelante
Hace ver los errores y acierto.
 Donde la historia pasa
 Y el pasado es historia.

El niño de ayer
El niño que fui

Pero que aún sigue en mí.